DE VENDEDOR AMBULANTE A EXITOSO EMPRESARIO

Región del Maule Con poco dinero, pero mucho ingenio y perseverancia, un comerciante de accesorios para automóviles puso en pie un gran negocio. Por años trabajó en la calle como vendedor ambulante. Vendía de todo, lo último fueron los chalecos reflectantes que se hicieron grito y plata hace un tiempo. Había que subsistir de alguna…

Región del Maule

Con poco dinero, pero mucho ingenio y perseverancia, un comerciante de accesorios para automóviles puso en pie un gran negocio.

Por años trabajó en la calle como vendedor ambulante. Vendía de todo, lo último fueron los chalecos reflectantes que se hicieron grito y plata hace un tiempo. Había que subsistir de alguna manera “y llegar con el pan de cada día a la casita”, comenta Marcelo Romero, hoy convertido en un flamante microempresario en materia de refacciones y accesorios para automóviles. Fue tanto lo que soñaba con independizarse que “más de una vez me rompí la cabeza pensando por qué no jugármela para independizarme”.

Juntó peso a peso hasta que arrendó un pequeño local en calle 1 Sur casi al llegar a 14 Oriente, a pocos pasos del Terminal de Buses de Talca. Allí y en medio de dos grandes locales que vendían productos vinculados a los repuestos de automóviles, se las ingenió para hacerles competencia.

“Mi primera compra de productos para el local fue por 300 mil pesos, todavía me acuerdo, y era una bolsa de repuestos no más grande que mi mano. Tenía el local, los primeros productos y todo vacío, y dije que diablos hago ahora para llenar todo esto”, comenta Marcelo, mientras no deja de atender a sus clientes.

“Y aquí salió el ingenio y la astucia del vendedor ambulante con cancha como yo”, -cuenta mientras sonríe- “¿Qué hice? Como pude compré espejos y los puse pegados a las vitrinas. Entonces con el reflejo se veía que tenía el doble de productos, pero en realidad no había nada. La gente pedía repuestos que se supone estaban en cajas que habíamos recogido con mi esposa y yo les decía que estaban agotados, pero que me dejaran el encargo y se los traía rapidito. A punta de pillería, pero responsable en cumplirle a esa gente que me hacía encargos, se fue corriendo la voz que tenía muchos productos.”

Fue tanto el éxito de su negocio que ya lleva cuatro años en el lugar. A poco andar, los locales vecinos que le vaticinaron la quiebra, terminaron vendiéndole sus locales, los que fue pagando sagradamente en cuotas hasta conquistar una estabilidad económica que por estos días lo ha llevado incluso a la Feria de Cantón en China, donde hizo negocios y se apronta a nueva etapa.

Otra jugada fue la asociación con su hermano, con quien compró un terreno amplio a metros de su local, donde se ha levantado una bodega, un taller y como quedaba espacio, dos locales de comida, cuyos ingresos ayudan a financiar el pago de arriendos y cuotas de los créditos bancarios.

La clave de una buena asesoría

A fines del año pasado, Marcelo dio casualmente con los ejecutivos del recién inaugurado Centro de Desarrollo de Negocios en Talca. “Esta es la mía dije yo y comencé a asistir a charlas, seminarios y pude tener a un asesor que me ayuda. He aprendido que ser empresario no se trata de ganar plata y llenarse de un cerro de billetes, aquí hay que hacer un trabajo a futuro. Primero ser humilde para decir que nos falta mucho por aprender y después, tener la disposición para darme cuenta que a lo mejor hay cosas que no estoy haciendo bien y poner en práctica esas asesorías para que me vaya bien”.

Para Samuel Chambe, director regional del Servicio de Cooperación Técnica, Sercotec, la historia de Marcelo demuestra la importancia que el emprendimiento es mucho más que contar con los recursos para emprender. “Los Centros de Desarrollo de Negocios son un compromiso presidencial que permiten entregarle un plus a las microempresas y ese plus no es otro que profesionalizar su trabajo, darle herramientas para que se proyecten y salgan adelante mejorando sus capacidades y adquiriendo otras que los harán crecer en entornos cada vez más competitivos”, precisó.

Desde el centro, su director Claudio Reyes González, aseguró que en Marcelo “descubrimos un gran potencial y un negocio que genera un impacto económico potente. Está bien ubicado en el centro de Talca, tiene una gran visión de futuro y lo mejor, buenas ideas y disposición a escuchar y poner en práctica lo que compartimos. Viajó a China, se trajo contactos y por estos días estamos finiquitando una importación para que haga una planta de alineamiento y balanceo. Así en familia, y con una buena inyección de productos de primera calidad, asegura un negocio integral en esta materia”, precisó.

De hecho, Marcelo y su hermano se unieron crear un segundo local para complementar su negocio de venta de llantas, neumáticos y accesorios para vehículos. En el nuevo espacio entregarán servicios para la instalación de neumáticos, balanceos, alineamientos y montaje de piezas y accesorios. Todo, con la llegada de los equipos y herramientas adquiridos en China, donde gracias a la asesoría del Centre de Desarrollo de Negocios Talca, pudo abaratar casi en un 50 por ciento los costos de esta nueva apuesta empresarial.

FUENTE: SERCOTEC