Por mayores controles, las cooperativas bajaron del 11,56 al 4,24% su participación en la faena bovina en Argentina

Las cooperativas de trabajo, o pseudocooperativas que usaban en algunos casos esa figura para tener una menor carga impositiva, tuvieron una fuerte caída en su importancia como establecimientos dedicados a la faena vacuna, según se desprende de datos de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario del Ministerio de Agricultura de la Nación. Hasta 2015,…

Las cooperativas de trabajo, o pseudocooperativas que usaban en algunos casos esa figura para tener una menor carga impositiva, tuvieron una fuerte caída en su importancia como establecimientos dedicados a la faena vacuna, según se desprende de datos de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario del Ministerio de Agricultura de la Nación.

Hasta 2015, por esos establecimientos pasaba el 11,56% de la faena en el orden nacional. Hoy, por ellos apenas se hace el 4,24% de la faena vacuna.

Puesto esto en más datos, hasta 2015 operaban 35 cooperativas en todo el país. Tras un proceso de ordenamiento del sector, lo que incluyó una serie de controles, de esa cantidad 16 se cerraron y 6 se transformaron en sociedades. En tanto, quedaron en funcionamiento un total de 13 establecimientos, de acuerdo a datos de Control Comercial Agropecuario, área que conduce Marcelo Rossi.

¿Qué hizo el Gobierno para ordenar esa actividad? Entre otras cosas, no se les dio más a las cooperativas matrículas como mataderos/frigoríficos, sino que tuvieron que operar con un tercero. Es decir, como cooperativas de trabajo pasaron a tener que efectivamente dar un trabajo a un tercero.

Esto además trajo un blanqueo de matarifes y se abrió para las cooperativas que no estaban en regla la posibilidad de adecuarse a sociedades.

En rigor, se convirtieron a sociedades comerciales cooperativas como 1° de Mayo (en Escobar), exSadowa (en Mar del Plata), Castelli y Virgen de Luján, entre otras.

La 1° de Mayo era una cooperativa -surgida tras la quiebra del frigorífico Panamericano- que muchos en el sector cárnico vinculaban con Jorge Martínez, un empresario acopiador de cueros y menudencias y controlante del sebo que durante el gobierno anterior estuvo ligado al exsecretario de Comercio Guillermo Moreno. Esa cooperativa ahora se reconvirtió a Faenadores Unidos SRL.

Además de la limitación de las actividades de cooperativas como prestadoras de servicios, con el fin de preservar su objetivo social como cooperativas de trabajo, se hizo un control estricto de usuarios de cooperativas, declaraciones de personal a cargo, control de evolución de faena, entre otras cuestiones.

Vale recordar que, entre otras medidas, para la carne el Gobierno también avanzó con un mayor control de la faena obligando a los establecimientos a instalar cajas negras o controladores. Esas cajas negras brindan información online sobre la totalidad de la faena tanto en kilos como cantidad de cabezas faenadas en cada frigorífico.

Para Jorge Torelli, presidente de la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica), “las cooperativas serias que estaban con los papeles no tuvieron problemas y las que querían ser serias tuvieron la oportunidad de regularizarse” durante la gestión oficial.

“Disminuyó la incidencia de la informalidad por parte de las cooperativas y las que están operando son realmente cooperativas”, agregó.

“En principio sirvió, redujo la informalidad”, señaló, por su parte, Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes (ABC), sobre la regularización de las cooperativas.

Fuente: noticiasporelmundo.com