Cooperativas de viviendas: cómo se forman y cuándo conviene entrar para comprar una casa más barata

Los agentes de la propiedad resumen las claves de esta alternativa por la que están optando muchos jóvenes y que permite un ahorro del 20% Una de las alternativas para comprar una vivienda a un precio inferior al de mercado es hacerlo a través de una cooperativa. Se trata de una opción que permite un ahorro…

Los agentes de la propiedad resumen las claves de esta alternativa por la que están optando muchos jóvenes y que permite un ahorro del 20%

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Una de las alternativas para comprar una vivienda a un precio inferior al de mercado es hacerlo a través de una cooperativa. Se trata de una opción que permite un ahorro cercano al 20% y que incluye beneficios fiscales, por lo que está despertando el interés de muchos jóvenes a la hora de acceder a su primer hogar.

Según los datos de la plataforma LACOOOP, dos de cada tres compradores jóvenes están apostando actualmente por esta alternativa a la compra tradicional, que ofrece la posibilidad de comprar una casa nueva por un precio más asequible. Actualmente, la Confederación de Cooperativas de Viviendas de España (CONCOVI) reúne a 2.700 cooperativas de viviendas en toda España.

Para despejar dudas sobre esta opción, el Consejo General de los Colegios Oficiales de los Agentes de la Propiedad en España ha resumido en un estudio cómo se forma una cooperativa de viviendas, qué incentivos fiscales tienen y por qué el precio de los inmuebles es más asequible. 

Según explica Lola Alcover, secretaria general del Consejo General de los COAPI, una  cooperativa es “una sociedad sin ánimo de lucro que construye hogares a precio de coste”, por lo que en el proceso de compraventa se prescinde de la figura de promotor de la vivienda. Al prescindir del promotor, insiste Alcover, «la vivienda es más asequible, porque se elimina su parte del beneficio, ya que la cooperativa no tiene ganancia”.

Gracias a esta configuración, las cooperativas de vivienda se benefician de una serie de ventajas fiscales, como un tipo impositivo del 20% en el Impuesto de Sociedades, bonificaciones del 95% en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y exención de pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP-AJD).

Además, señala la secretaria general del Consejo General de los agentes de la propiedad, el socio cooperativista “puede desgravarse sus aportaciones económicas a cuenta de su vivienda en la Declaración de la Renta”.  Todos estos beneficios fiscales, según Alcover, la convierten en»una opción interesante a explorar»a la hora de buscar vivienda.

¿Cómo se forma una cooperativa?

Alcover apunta que cuando se forma una cooperativa, esta asociación de personas hace la función de promotora de las viviendas, de modo que“el socio es promotor y adjudicatario del inmueble al mismo tiempo”.

Así, los inmuebles son construidos por una asociación de personas sin ánimo de lucro, que tendrán obligación de participar en las reuniones y el derecho a tomar las decisiones conjuntamente. Las viviendas cooperativas son, por lo tanto, inmuebles de obra nueva, una modalidad de vivienda que tras la pandemia se demanda cada vez más.

A partir de esta formación, cada comunidad autónoma tiene su propio régimen de cooperativas, aunque por lo general se deben formar una Asamblea General, Consejo Rector e Interventor.

Cuándo conviene: inconvenientes a tener en cuenta

A pesar de los beneficios que ofrece la compra de vivienda de cooperativas, también existen una serie de inconvenientes que pueden concurrir.

“Hay que tener presente que gestionar una cooperativa de viviendas es complicado y requiere tanto dedicación como conocimientos en diferentes materias”, señala la experta, quien resalta que cuando se entra en una cooperativa de viviendas, también se adquieren una serie de responsabilidades.

Por ello, Alcover recomienda que se contrate la figura de un gestor especializado, ya que la mayoría de las personas no tienen el conocimiento necesario para afrontar estas gestiones. Esta figura, pese a suponer un coste, «siempre aportará seguridad y garantías en el éxito de la empresa”. Además, insiste, «es muy necesario tener más que contrastadas las garantías jurídicas que la cooperativa ofrece, para evitar sorpresas desagradables y perjuicios económicos”.

Por otro lado, la experta advierte de que la falta de promotor, a pesar de abaratar el precio del inmueble, puede convertirse en un inconveniente si hay imprevistos en las obras. “Puesto que no se parte de una cifra cerrada, cualquier problema en la edificación tiene que ser asumido por los propios cooperativistas”, añade.

Por ello, Alcover considera que“tomando todas estas garantías”, adquirir una vivienda cooperativa “tiene un enorme potencial” y puede ser muy beneficioso para el comprador.

Fuente: idealista.com