Cooperativismo

El Cooperativismo constituye una vía para lograr que los medios de producción sean de propiedad colectiva y la Economía Social constituya un modelo de desarrollo en la cual se exprese la democracia participativa. Asimismo, promueve la unión voluntaria de personas con intereses y necesidades colectivas sin privilegios, ni jerarquías, donde se practiquen los valores de solidaridad y ayuda mutua.

Así, el cooperativismo tiene como objetivo desarrollar al hombre con los valores de la cooperación, la igualdad, la justicia, el respeto y el trabajo conjunto al proporcionar, repartir y consolidar el empleo entre los asociados, constituyendo una de las fórmulas de autoempleo para propender hacia diversas metas en diferentes áreas.

En lo económico:

  • Lograr la propiedad colectiva de los medios de producción, sin fuerza de trabajo asalariada y con decisiones colectivas, mejorando la calidad de vida de los asociados.
  • Impulsar un nuevo modelo de desarrollo garantizando la Seguridad Alimentaría y Soberanía del país.
  • Direccionar los procesos de las redes productivas de los bienes y servicios.
  • Distribución equitativa de los excedentes, con el fin de garantizar la igualdad entre todos los integrantes.
  • Impulsar un nuevo modo de Producción, distribución y consumo distinto al capitalismo, para satisfacer necesidades colectivas, con tecnología autóctona, protegiendo al ambiente.

En lo social:

  • Cambiar el beneficio individualista y con fines de lucro (capitalismo) por la apropiación colectiva de lo producido con fines sociales, valorando al trabajador, combatiendo la división del trabajo y la acumulación del capital.

En lo político:

  • La consolidación del Poder Popular. El ejercicio de la democracia participativa a través de estrategias de organización colectiva, como las cooperativas que son los ejes de los Núcleos de Desarrollo Endógeno.
  • Promover e impulsar una nueva forma de asociación productiva a partir de la detención de necesidades colectivas que permitan responder eficientemente a las necesidades comunales.

En lo educativo:

  • El sistema cooperativista debe convertirse en centros de formación, de intercambios de saberes y experiencias, fortaleciendo los valores humanos y sociales, así como la moral, la ética y la justicia social.

En lo cultural:

  • Reivindicar las prácticas y los acervos colectivos que son producto de nuestras raíces culturales e históricas.