LA COOPERATIVA PATAGONICA COMIENZA LA PRODUCCION DE SUS PRIMEROS 3.500 LITROS DE ESPUMANTES DE GROSELLA
La Cooperativa Patagónica de Agroturismo Saltos del Huemules, dio el vamos a este proceso, tras una gira de innovación
que fue clave para el desarrollo del producto.
En etapa inicial está ya el proceso de producción de los primeros 3.500 litros de espumante de Grosella, en una escala artesanal y bajo el método ‘champenoise’, que permite la fermentación e incorporación de burbujas de manera natural en la propia botella.
Esta fase se logra tras una gira de innovación que los miembros de la Cooperativa Patagónica de Agroturismo Saltos del Huemules realizaron en febrero pasado a la zona central del país, con la necesidad de captar conocimiento acerca de la producción de vino y espumante.
Tras ello y levantar su sala de procesos a un costado del río Huemules, los encargados del proyecto expusieron el trabajo distintas autoridades e invitados a la actividad.
“Siempre quisimos hacer las bien cosas y por eso agradecemos la oportunidad de la gira que tuvimos, porque esto es muy nuevo y no se hacía, sólo había mermelada de grosellas, porque acá no hay viñedos”, explicó José Valdés de la Cooperativa Patagónica.
“Yo sabía que nos iba a ir bien, porque la bebida es algo que conocía desde niño y estaba la base para crear algo, que va a marcar un hito en la historia. Vamos a ser pioneros en esto”, replicó.
Durante la exposición, se hizo hincapié en la excelente recepción que tuvo su proyecto en la zona central, lo que ha llevado a que empresarios del área hayan decidido prestar asesoría desinteresada a un producto único en el país.
El Director Regional de Indap, Marcelo Hernández, destacó que “esto se logra porque uno suma voluntades. Lo que hemos hecho acá, como gobierno, es ponernos a disposición para la conformación de la Cooperativa, para formular el proyecto y para la infraestructura a través del Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI). Se trata de interconectarnos, hacer una red para ayudarnos, permitiendo el desarrollo de un emprendimiento y de una comunidad”.
De esta manera, esta receta familiar de 1923, perteneciente a la familia Sáez Oñate, se transforma en la materia prima para un producto espumante que viene a conquistar exigentes paladares del mercado nacional e internacional, de manos de la misma descendencia y en el lugar donde comenzó a producirse este brebaje, a casi más de un siglo y desde una especie introducida en la región, oriunda de Europa Occidental.
Esta iniciativa, que suma siete meses de trabajo, cuenta con una inversión de 105 millones de pesos, 55 de ellos aportados por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), seis del Programa de Desarrollo de Inversiones de Indap y la diferencia por la Cooperativa.
FUENTE: EL DIVISADERO
