¿Qué es el Consumo Responsable?

Nuestras decisiones en materia de consumo tienen importantes repercusiones. Es imprescindible tomar conciencia del poder transformador que tienen nuestras elecciones sobre los diferentes productos a consumir. Demandar productos que procedan de procesos respetuosos con el medio ambiente y los derechos humanos y llevar un estilo de vida sostenible es necesario para erradicar la pobreza y…

Resultado de imagen para consumo responsableNuestras decisiones en materia de consumo tienen importantes repercusiones. Es imprescindible tomar conciencia del poder transformador que tienen nuestras elecciones sobre los diferentes productos a consumir.

Demandar productos que procedan de procesos respetuosos con el medio ambiente y los derechos humanos y llevar un estilo de vida sostenible es necesario para erradicar la pobreza y conservar y proteger el conjunto de recursos naturales.

Por Consumo Responsable entendemos la elección de los productos y servicios no sólo en base a su calidad y precio, sino también por su impacto ambiental y social, y por la conducta de las empresas que los elaboran.

Soy consumidor/a sostenible porque…

  • me doy cuenta de la huella que mis actos cotidianos tienen sobre el planeta.
  • apuesto porque este impacto sea positivo.
  • se que existe otra forma de hacer economía, que es la economía solidaria, que funciona y que pone a la persona en el centro.
  • quiero promover un cambio en la sociedad.
  • apuesto por crear empleo estable para personas que lo tiene más difícil.
  • me gusta realizar un consumo sostenible, una compra que se preocupa por nuestro medioambiente.
  • quiero mejorar las condiciones de los agricultores locales y de los países del Sur.
  • apoyo con mi día a día el cambio, porque sé la fuerza que tengo para ello.

Opciones de consumo responsable

Hay distintas opciones de consumir de manera responsable. Lo importante es tener en cuenta que cuando consumimos cualquier producto, hay alternativas al hecho de “consumir por consumir”, tales como:

  • Apoyar los pequeños comercios de barrio y a los pequeños agricultores.
  • Apoyar las tiendas de “Comercio Justo”.
  • Primar algunas marcas y empresas frente a otras en función del conocimiento disponible en cuanto a su conducta de transparencia en la información de sus productos y que son generadoras de empleo.
  • Evitar las grandes cadenas de comida rápida por sus implicaciones en primar la ganadería intensiva en regiones de países pobres, en sustitución de cultivos tradicionales.
  • Preferir un producto concentrado en un gran envase frente a envases pequeños, eligiendo si es posible vidrio (reutilizable), cartón frente a tetrabrik.
  • Preferir frutas y verduras al peso frente a las ya envasadas. Preferir fruta de temporada frente a la de cámara.
  • Llevar a la compra nuestra propia cesta, bolsas de tela, para evitar consumir las ingentes cantidades de bolsas de plástico de los supermercados.
  • Cuidar el aislamiento de nuestras casas de puertas y ventanas. Elegir electrodomésticos respetuosos con el medio ambiente y de bajo consumo.
  • Elegir el transporte público frente al vehículo privado, siempre que sea posible. No utilizar el coche para pequeñas distancias.
  • Invertir los ahorros en bancos y empresas con trayectoria ambiental y el respeto a los derechos laborales. Opción por la banca ética.

Fuente: caritasespanola.org